Carta a Esperanza.

Barcelona, 15 de Septiembre de 2008


Querida Esperanza.


Estas no son más que palabras repetidas, ambos sabemos que hablo mucho, que es mi mayor defecto. Nada de lo que te voy a decir es nuevo y dudo mucho que ya no lo sepas. Sin embargo, la palabra es mi arma, mi amuleto, mi única certeza. La posibilidad de diálogo, mi obsesión. Con las palabras que decimos y pensamos transformamos nuestra realidad. Con ellas nos han educado y alienado, nos han jodido y nos podemos salvar.


-"Perder es ganar un poco"- Dijo el entrenador más ganador que ha tenido la selección Colombia. El país se le vino encima, le dijo mediocre, conformista y estúpido. Así es ese país, incapaz de mirarse críticamente y de plantearse el diálogo, la discusión de las ideas. El fútbol sí se parece a la vida, aunque esta sea mil veces más compleja y hermosa. Perder, es parte del juego. De un juego que no se acaba hasta que el arbitro pite. Perder es una de las tres opciones, perder es necesario para disfrutar las victorias, perder, cuando un equipo no está acostumbrado a hacerlo, es mucho más duro. Perder es tener la certeza de haber jugado, la dignidad para mirarse al espejo. Perder es tener la posibilidad de admitir los errores, valorar la humanidad y comenzar de nuevo para ganar de nuevo y posiblemente, para volver a perder... a fin de cuentas, para seguir jugando.


Y sin embargo: nadie nos ha enseñado a perder, ni a morir, ni a desenamorarnos. El éxito, la victoria, los logros, las metas, ganar es la misión, la única posibilidad en un mundo repleto de mediocres perdedores y de pérdidas, de desengaños, muertes y desamor.


Creo, sospecho, intuyo, que tenemos derecho a perder una y mil veces, a SER humanos, a no dejar de crecer, a mirarnos al espejo y reconocernos sin jodernos, sin hacernos daño. Perder no tiene nada que ver con ser un perdedor. Los únicos que no pierden son los que no han tenido el valor para competir. Yo por ejemplo, cada vez pierdo más, porque cada vez juego más y me arriesgo con más valor. Perder, errar, cagarla, siempre hará parte de mi vida mientras siga intentándolo, mientras siga buscando, pero insisto, nada tiene que ver con ser un looser. Ellos no compiten, no buscan, ellos se conforman, están llenos de vergüenza, de temor, de desidia y de pesares. Los ganadores hemos perdido mucho y sabemos que seguiremos perdiendo, pero hemos ganado mucho más y estamos convencidos que seguiremos ganando. Ganar no solo tiene que ver con trofeos, premios, reconocimientos, notas, aumentos salariales o aplausos. Ganar tiene que ver con ponerse de pie después de los golpes, con sanar las heridas y rearmar el cubo, con conocerse, perdonarse y reconocerse otra vez como SER humano, como jugador.


Al menos a mi, me aterrorizan los encuentros, las certezas, la claridad. Ganar SOSPECHO, tiene que ver con sospechar, tiene que ver con la incertidumbre, con buscar, con cuestionarse, con los desvelos de un alma revoltosa que no puede parar, de un cuerpo vibrando, que pide más. Ganar tiene que ver con no detenerse y también, con hacerlo en el momento indicado. Ganar tiene que ver con la sonrisa y con el llanto, con la alegría de vivir, con la posibilidad de disfrutar el presente y con observar optimista horizonte que con nuestros actos se transforma. 


Creo, sospecho, intuyo, presiento, que todo esto ya lo sabías pero que jugar implica recordárte todo el amor, que llevo dentro.


Atentamente,


Roberto.


PD: Viejas conversaciones de Roberto con ella, con el man y contigo.

4 comments:

Jess Blue said...

Si, ya lo sabía...pero nunca está de más plasmar el amor en letras...cuando uno más lo necesita.

Gracias por la esperanza.

Atte.

Esperanza

Átomo said...

Huy viejo... que inspiración. Qué le puedo decir... ¿vainas que pasan?
Saludos

Anonymous said...

por qué la obsesión de dividir el mundo entre ganadores y perdedores?Hay una carrera siempre por ganar y perder.. qué estás almacenando? qué ganancias? qué pérdidas? de qué te estás deshaciendo?
Revisa Historias de Cronopios y Famas de Cortázar, ahí también menciona las Esperanzas.

Centros Tecnológicos de España said...

Es de reconocerte el camino que estas recorriendo hacia el uso "armónico" de la palabra, la tienes y te aplaudo por eso, te felicito, sin embargo este post tiene algo de metafora, tiene algo de explicación, tiene algo de comparación, pero también tiene algo de miedo y es que haces diferencia del que pierde con el looser en "italica" como lo colocas.
Para mi son dos cosas incomparables porque perder es una situación de la vida, de un momento y no una condición social como los es ahora el ser "looser", como la sociedad lo ha hecho una condición.
Al miedo que veo en este texto solo puedo decir que no hay que temer a ser looser o a que te señalen como tal... hay que temer a sentirse looser, a eso es a lo que no hay que llegar.

Un abrazo para tí y para Esperanza