Desde el Sur.


Desde el norte el sur es un espejismo, aparentemente fácil de juzgar, de interpretar, de desafiar, de deconstruir.

Desde el sur, el sur no se puede ver tan claro muchas veces. Vallenato tras Vallenato se acaba la perspectiva. En el sur la vida puede durar lo que dura cualquier verso. -“Suave que me estás matando que estás acabando con mi amor”-

En el sur la gente necesita menos de las cosas que podría llegar a tener. El sur es más pobre materialmente, porque los dueños de todo no bajan los precios. Los dueños de todo no reparten nada, solamente cobran. Los dueños de todo, son también dueños del sur y a veces viven en el norte del sur.

En el sur, las sonrisas son anchas y los problemas muy cortos. En el sur hay un Santo para cada espanto y una borrachera para cada milagro.

En el sur la gente da los buenos días y las buenas noches, agradece cada gesto y siempre está a la orden. En el sur la gente se ayuda por ayudarse y se jode por joderse. En el sur la gente tiene aspiraciones, ilusiones, está todo por construir. El sur es joven y huele a eucalipto, a amor de verano, a plátano pícaro y a mamón. En el sur los jugos vienen con fruta y la gente con ternura.

En el sur cada noche, en alguna callejuela, la vida vale tan poco, que se quita por nada. Por un teléfono celular, por una confusión, por una celebración, por una agarrada de culo o por un gol. En el sur, cada noche, en cualquier casa, la vida vale tanto que baila sola, emerge con fuerza y sale a la terraza en forma de dominó, con carcajadas feroces, con un nuevo nacimiento, con abrazos reales, con triple saltos mortales, con poesías sutiles, con humildes poemas.

En el sur los pesadores no tienen motores, ni neveras, ni afanes. Los colegios, en cambio, tienen muchos más niños que sillas, los gobiernos más proyectos que presupuestos y menos proyectos que ladrones. Las empresas tienen más puestos que salarios, la gente tiene más presente que futuro, más hoy que mañana y tal vez por eso, solo por eso, tienen más alegrías que problemas, más emprendimientos que crisis, más Dioses que fantasmas, más canciones que datos estadísticos. Digo yo, que tal vez por eso, tienen un presente siempre hermoso, claro, transparente y deseable, parecido al firmamento.


Escrito desde el sur del departamento del atlántico, al norte de Suramérica.