La heroica.


No se cuanto cuestan unas salchichas en lata, tal vez por eso, decidí entregarle los últimos billetes colombianos a la mujer de aquella sonrisa ancha, sin siquiera pedir descuento. En cualquier caso, meterle unas papitas fritas a mi boca en el estado, en que se encuentraba después de la sacada de las cordales, no parecía ser lo mas recomendables.

Además de una gran sonrisa, la mujer tenia un culo tan grande que hubiese jurado que era costeña, pero no, nació en Bogota hace aproximadamente 30 años.
Su edad no me la confeso pero lo deduzco porque me contó, con los ojos aguados y la sonrisa como siempre inmensa, que su sueño era que su hijo de 15 años saliera cuanto antes del país, asi como ahora lo estaba haciendo yo. Yerson no es hijo de su actual marido, un guajiro que trabaja en el Cerrejón, al que ve cada 2 meses y quien complace cada vez que puede. A quien como a todos los costeños, según ella, le encanta darle por el chiquito. Así fue desde que lo conoció recién llegada a Cartagena, cuando llego sola con Yerson a su lado y los bolsillos completamente vacíos.

Me aseguro que Yerson ya estaba en el Colomboamericano y que estaba segura que no la decepcionaría.

Los ojos de ganas de tumbarme con los que me miro cuando me arrime a su puesto de chucherias del aeropuerto de Cartagena, le cambiaron por los ojos de una madre que despide a su hijo con la esperanza de un mejor futuro.

1 comment:

Anonymous said...

Yerda men q bueno q un colombiano nato le guste la buena musica y espero q la sigas pasando muy bien este blog es muy conmovedor y realista asi es la vida para un colombiano espero q sepas q hay personas q si visitan estos blogs y son uy buenos reitaradamente te digo gracias por todo lo aqui espuesto me gusto y me desperto ganas de saber mas de nosotros en en el exterior ... cigarrtetman@ghotmail.com