Viste tú


A veces te pega, un viento frío por la espalda.
Se te sube por el cuerpo y se te atasca en la garganta.
Puede ser la muerte, que ya no está tan lejos.
Te dices que ya no eres tan joven y tampoco tan viejo.
Y el frío sigue ahí.
Aunque estás en tu casa, la caliente.
Rodeado de tu gente, la bonita.
Mirando la ventana, marroncita.
El frío sigue ahí, con ganas de hacerte llorar.
El frío sigue asustando, perturbando el alma.
Empujándote a caminar.
No sabemos muy bien hacia donde, no sabremos nunca con quien.
Pero toca levantarse y andar.
Definir el rumbo, acompañarse de uno mismo,
abrigarse, amarse, hacer equilibrismo, patinar.


Escribir como si nadie fuera a leerme.
Bailar como si nadie me mirara.
Cantar como si nadie me escuchara.
Vivir conmigo como si más nada me importara.
Y aceptar mis derroteros.
Y caminar por nuevos caminos, por nuevos senderos.
Escribir como si tu nunca fueras a leerme.
Reíme de que no sepas bailar.
Cantar canciones corronchas y cursis.
Y vivir, caminar, andar, sonreír,
más perdido que pingüino en el Caribe.
Encontrar más de lo buscado.
Y agradecer, por todo lo encontrado.
Luchar contra los apegos, contra los círculos viciosos.
descuadricular la mente y rearmar el cubo, cortar.
Y escribir sin esperar tus comentarios,
y vivir sin sus aprobaciones.
Y subirme a la terraza, y quedarme en la luna,
Y sentir la brisa y el cielo estrellado y que no me importe, vivir ahí,
Así, aquí, en ti.

No comments: