Un paseillo. (y las fotos en desorden...)










La última vez que nos vimos fue en su casa, la vi salir rumbo al trabajo una mañana típicamente bogotana que se puso mas fría cuando cerro la puerta sin despedirse y yo entendí que bebía tomar un bus de 20 horas para llegar a casa.
Habian pasado no mas de tres meses y ahora Rocío y yo nos encontrábamos en el famoso Café Zurich de Plaza Catalunya, luego del abrazo y los dos besos españoles, fuimos a un lugar donde las cervezas se acomodaran mejor a nuestro presupuesto, me contó los planes que tenia para los próximos días con su amiga barranquillera y a la mañana siguiente nos encontrábamos tomando el tren rumbo a Figueres.

Entre risas, mentiras, sustos y olores europeos llegamos al pueblo donde el gran atractivo es el museo de Dalí. Dibujos, pinturas y esculturas me recordaron la grandeza de la locura.
Un rato mas tarde casi a las 5pm almorzamos pastas precongeladas y buscamos el autobús que nos llevaría a Cadaquez.

Muy cerca de la frontera con Francia queda un pueblo de unos 5 mil habitantes como mucho. Los abuelos deambulan por el día y los perros por la noche. Los hoteles duermen con las puertas abiertas, pero todo el comercio cierra a las 10pm. Teniendo en cuenta que oscureció a las 8, entenderán que no hay mucha vida nocturna, al menos no en el otoño. La comida fue una bocata de butifarra y una cerveza, el desayuno del día siguiente a las 12 del medio día, fue una nueva bocata y dos jugos de naranja. Solo el desayuno fueron 8 euros y una bocata es un pan francés con algún tipo de embutido adentro, al butifarra es un especie de chorizo nada parecido a la soledena.

Visitamos la casa donde nació Dalí y entendimos que alguien como el no podía haber nacido en un lugar distinto. Caráquez parece un cuadro, una escultura, la influencia del pueblo en su obra es evidente, llegar ahí luego del museo, permite entender que la genialidad también esta basada en eso que todos llaman realidad.

Nunca averiguamos a que hora salía el último bus, así que no nos quedo otra que pararnos como tres putas en la carretera a pedir chance. Llevábamos media hora riéndonos cuando un tipo calvo, con un chico joven a su lado se detiene, nos pregunta si nos sirve Girona y nos subimos de inmediato.

Conocí entonces el primer Catalán realmente independentista cuando dije que había llegado hace un mes a España y el me explico que no me encontraba en España si no en Cataluña. Por mi mente confusa pasaron la fila en la embajada en Bogota y todas las veces que entre a su pagina Web. –“Nosotros siempre hemos tenido nuestra cultura, nuestras leyes, nuestro idioma, nuesta gente es muy distinta, lo que pasa es que como siempre… los políticos hacen lo que les da la gana.’- Con un poco de vergüenza por mi ignorancia sobre el País Vasco, el reino de Galicia, Asturias y Cataluña, le pregunte sobre Colombia y me dijo que conocía la historia de Pablo Escobar, de los izquierdistas extremos y de los eternos dictadores colombianos. Un minuto después estábamos hablando de Estados Unidos y todo resulto más fácil.

Llegue a casa con 80 euros menos pero la firme intención de seguir viajando.

No comments: