Dos años no son pocos.

128 entradas, 216 comentarios, 281 visitas mensuales y aquí estoy yo, que siempre he preferido lo cualitativo sobre lo cuantitativo. Que nunca le presté atención a una puta clase de estadística y que creo más en Wikipedia que en el DANE, aquí estoy yo, contando maricadas, mentiras, eufemismos, ilusiones, como si lo único importante no fuese contar la vida.

Ya lo he explicado antes, un blog es una estrategia para vengarte de quienes ya no quieren saber más de ti, de quienes te quieren olvidar pero no pueden ni podrán. Es un buen intento por no perder la perspectiva, rearmar el cubo de la vida para volverlo a desarmar cada día, por eso funciona aunque seas tú solo quien publique y tú solo quien lo visite.

Es raro, este rollo de papel higiénico se ha llenado de cosas raras: crónicas, titulares de periódicos, una vaina que no se define entre novela y cuento, una autobiografía, fotos, videos y muchos comentarios de mi mamá que es quién más lo visita.

Un blog sirve para lo que sirve un espejo, para recordarte que eres bello, pero sobre todo, que estás viejo. Y aquí estoy yo, ya me ves, dos años más viejo, dos años más bello, bailando el mismo porro, subiendo otro post.

¿Qué es lo que pasa en Colombia?

En los distintos sitios en los que he trabajado, en plena calle, en un taxi y hasta en alguna reunión de borrachos. Un argentino, una catalana, una italiana, una costarricense y hasta un venezolano me han hecho la misma pregunta y a todos les he contestado que es muy difícil responder, que es una historia muy larga. A todos se las he contado a medias y a todos mal contada.

¿Qué carajo es lo que pasa en Colombia? La distancia nos vuelve ajenos al latir de la calle. La cercanía nos quita perspectiva. No leer el periódico un día puede ser determinante, leerlo continuamente, enloquecedor.

Que implican a general del Ejército en masacre. 01:45 PM EDT 08/19/2008 RefreshQue un cable submarino traería energía de nuestro país al Caribe. Que Marbelle fue amante del hijo de su ex esposo. Que Ingrid apoya una segunda y hasta una tercera reelección. Que un tal Diego Salazar consigue una medalla olímpica. Que el 'escorpión' de René Higuita, fue elegida como la mejor jugada de la historia del fútbol. Que hubo 14 muertes violentas este fin de semana en el Atlántico. Que la para-política sigue gobernando en decenas de municipios del país y la justicia no llega. Que Cerro Matoso duplicará producción de níquel y montará planta térmica. Que el Príncipe Guillermo de Inglaterra participa en detención de presuntos narcotraficantes colombianos. Que Yidis Medina se empelota con la verdad. Qué las autoridades desactivan camión-bomba de las FARC y que el Cine Colombiano no pasa por un boom sino por un bombón bum.

Cómo responder algo si nadie sabe lo que pasa en Colombia y los titulares son tan desconcertantes como divertidos. Si cada día es el capítulo de una serie con drama, acción, suspenso, terror, humor y romance. –“¿Qué es lo que pasa en Colombia?”- me volvieron a preguntar esta noche y yo respondí sin dudarlo. En Colombia es mediodía y en el noticiero debe estar pasando de todo… pero lo más interesante seguro pasa fuera de él, en la cocina, donde Odila, una morena de mi edad que emigró de Ponedera a Barranquilla, debe estar fritando una mojarra, que yo extraño con furor.

Mediodía

Contracción, euforia, gemido y grito fulminante. Lágrima que corre por la cara sin permiso. El alarido retumba en la habitación, en toda la casa y en mi cabeza. Se acerca desnuda y temblorosa, sin poder cerrar las piernas, tambalea y se acuesta a mi lado. Exhala, toma fuerzas y me pregunta: -"Maldito perro infiel, ¿qué quieres que te prepare de comer?"-

En su cabeza

En su cabeza tenía incrustado el deseo, el sexo. Piernas, tetas y culos revoloteando todo el tiempo, chorreados de placer. En su cabeza el tenía avaricia, mucho dinero y ansias de poder. Viajes, lujos y drogas. El tenía sueños y cuentos, los cuadros de Dalí, las poesías de Bukowski y varias películas de Lynch. Un día cualquiera, todo se fue con ella a donde otro. Hoy, en su cabeza sólo está la furia de ella, la de sus caricias, la de sus lágrimas. En su cabeza hoy solo está ella, con sus sonrisas y sus mentiras, con sus caderas morenas y sus piernas entre las piernas de ese artista millonario y mentiroso, sin nada en la cabeza.