Según Wikipedia, una sustancia psicotrópica es un agente químico que actúa sobre el sistema nervioso central, lo cual trae como consecuencia cambios temporales en la percepción, ánimo, estado de conciencia y comportamiento. Según Antonio Sánchez, mejor conocido como el Negro, Sicotrópico es la siquis del trópico, que también actúa sobre el sistema nervioso central, lo cual trae como consecuencia cambios temporales en la percepción, ánimo, estado de conciencia y comportamiento. Sin embargo, el bajista y uno de los fundadores de esta banda, asegura que hasta el momento nadie se ha quejado, y que en ningún caso, el aumento de conciertos ha resultado nocivo para la salud.
Por el contrario, para quienes los hemos visto tocar, lo cierto es que Sicotrópico es simplemente Sicotrópico. Se trata de entender el Rock en Español como una posibilidad de continuo mestizaje. Nacidos y crecidos en Barranquilla, un puerto enclavado junto a la desembocadura del río Magdalena en el Caribe colombiano, las canciones de este par de hermanos se construyen entre el Carnaval y la Salsa, la ciudad y la playa, las guitarras eléctricas y las tamboras, entre los que vienen y los que se van, en fin… entre la cotidianidad diversa de esa Latinoamérica que se resiste a que muera la música de calidad.
En la escena del Rock colombiano están trabajando con y para artistas reconocidos a nivel local, nacional y mundial desde hace años, pero ahora han sacado el primer álbum propio y es lo que quieren compartir. Seis canciones con base Rock, cantadas con la melancolía del mar y la furia de El Río. Para los entendidos, se trata de un trío (guitarra, bajo y batería) que sorprende por la madurez en el escenario pero que sobretodo emociona por la armonía en las líneas melódicas y la incorporación de elementos de Jazz junto con sutiles características de folclore colombiano. Lo que producen, dicen, es un Rock con un matiz propio, un matiz que tal vez solo pueda surgir bajo el implacable sol del Caribe para madurar en una ciudad como Bogotá, con casi 10 millones de historias individuales.
Este primer CD fue cocinado en esa ciudad, donde los hermanos Omar y Antonio montaron un restaurante/bar de comida texmex llamado Chihuahua & Sonora. A las 4 de la mañana estaban despiertos cada día, a veces habían dormido, a veces no. A las 5 estaban en el mercado central haciendo la compra, a las 8 empezaban a ensayar, a las 11 a cocinar y a las 13 a servir platos a los primeros clientes, a las 19 se organizaban las mesas para la cena, a las 21 empezaba la fiesta, a las 23 era el concierto.
Cuando se les pregunta si recuerdan esa época como un sacrificio, responden que no con vehemencia, explican que la música ha sido una decisión de vida que han querido afrontar y que nunca haciendo música, la han pasado mal.
Chihuahua & Sonora era el lugar de encuentro de estudiantes, profesionales y uno que otro político, pero sobre todo de poetas románticos, compositores nostálgicos, locos perdidos por la luna… policías que entraban buscando a quien llevarse y salían bailando. Ahí escribió El Negro CocamanTV, en la contra-cara de la comanda, mientras servía unos frijoles. Tras la barra, absolutamente sobrio, Omar creo las melodías de varias canciones, mientras que como DJ, veía pasar la noche, con todo lo que ella trae.
Ahí bailé y canté yo también estas canciones que ahora te hago llegar, con la ilusión de que podamos compartirlas con Barcelona y que la siquis del trópico suene y siga subiendo, como la Espuma de mar.
Por el contrario, para quienes los hemos visto tocar, lo cierto es que Sicotrópico es simplemente Sicotrópico. Se trata de entender el Rock en Español como una posibilidad de continuo mestizaje. Nacidos y crecidos en Barranquilla, un puerto enclavado junto a la desembocadura del río Magdalena en el Caribe colombiano, las canciones de este par de hermanos se construyen entre el Carnaval y la Salsa, la ciudad y la playa, las guitarras eléctricas y las tamboras, entre los que vienen y los que se van, en fin… entre la cotidianidad diversa de esa Latinoamérica que se resiste a que muera la música de calidad.
En la escena del Rock colombiano están trabajando con y para artistas reconocidos a nivel local, nacional y mundial desde hace años, pero ahora han sacado el primer álbum propio y es lo que quieren compartir. Seis canciones con base Rock, cantadas con la melancolía del mar y la furia de El Río. Para los entendidos, se trata de un trío (guitarra, bajo y batería) que sorprende por la madurez en el escenario pero que sobretodo emociona por la armonía en las líneas melódicas y la incorporación de elementos de Jazz junto con sutiles características de folclore colombiano. Lo que producen, dicen, es un Rock con un matiz propio, un matiz que tal vez solo pueda surgir bajo el implacable sol del Caribe para madurar en una ciudad como Bogotá, con casi 10 millones de historias individuales.
Este primer CD fue cocinado en esa ciudad, donde los hermanos Omar y Antonio montaron un restaurante/bar de comida texmex llamado Chihuahua & Sonora. A las 4 de la mañana estaban despiertos cada día, a veces habían dormido, a veces no. A las 5 estaban en el mercado central haciendo la compra, a las 8 empezaban a ensayar, a las 11 a cocinar y a las 13 a servir platos a los primeros clientes, a las 19 se organizaban las mesas para la cena, a las 21 empezaba la fiesta, a las 23 era el concierto.
Cuando se les pregunta si recuerdan esa época como un sacrificio, responden que no con vehemencia, explican que la música ha sido una decisión de vida que han querido afrontar y que nunca haciendo música, la han pasado mal.
Chihuahua & Sonora era el lugar de encuentro de estudiantes, profesionales y uno que otro político, pero sobre todo de poetas románticos, compositores nostálgicos, locos perdidos por la luna… policías que entraban buscando a quien llevarse y salían bailando. Ahí escribió El Negro CocamanTV, en la contra-cara de la comanda, mientras servía unos frijoles. Tras la barra, absolutamente sobrio, Omar creo las melodías de varias canciones, mientras que como DJ, veía pasar la noche, con todo lo que ella trae.
Ahí bailé y canté yo también estas canciones que ahora te hago llegar, con la ilusión de que podamos compartirlas con Barcelona y que la siquis del trópico suene y siga subiendo, como la Espuma de mar.